Otro domingo con un rico desayuno. Esta vez en Olsen resturante nórdico en la calle
En el barrio de Palermo.
Un lugar a puerta cerrada. Un gran portón de madera es solo lo que se ve a la entrada. Luego al tocar el timbre y al abrirse la puerta un gran patio con muchas plantas, enredaderas, piletones y adornos de jardín acompañan a las mesas y sillones preparados para la degustación. Algunos están al aire libre y otros bajo techo. Luego un gran salón con numerosas mesas y en el centro del mismo una gran chimenea rodeada de sillones blancos muy confortables cada uno con su mesa ratona correspondiente. A un lado del local un larga barra con el pan listo para ser servido y toda la vajilla de color blanca y bandejas y porta baggels de madera. De frente y al fondo se encontraba la cocina. En el primer piso había más mesas y los baños que tanto el de varones como el de mujeres tenían sus paredes empapeladas con un paisaje nórdico, eran grandes y todo era madera desde la tabla del inodoro hasta el lavatorio, precioso.
El menú fue un Brunch: un tazón de café, un tazón de chocolate espeso delicioso, acompañado de baggels, tostadas integrales con lino, manteca, mermelada de mora, jugo de pomelo, jugo de naranja, yogur casero con cereales, lomo ahumado, queso, frutas frescas, omelete de panceta y queso, huevos revueltos, coca cola y Chandon extra brut. Excelente lugar, hay que volver.
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