domingo, 5 de junio de 2011

Olivas i Lustres Bar de Tapas


Esta salida comenzó con una visita a Pim Pum en la calle Corrientes para deleitarnos con una empanada de carne frita , la mejor de Buenos Aires y una porción de pizza de muzzarela ,excelente de parados. Luego nos dirigimos a Olivas i Lustres
En esta oportunidad fuimos a un lugar bastante distinto en su rubro en cuanto al ambiente y vajilla. Ubicado en la calle Gorriti 3972 en el barrio de Palermo Viejo. Como entrada un gran portón medieval semejante a una taberna de esa época, al abrirse el mismo un gran  local con poca iluminación, muchas velas encendidas y algunas derretidas sobre damajuanas y botellas por todos lados. Objetos antiguos de todo tipo colgados del techo, en las paredes y en todos los muebles. En la recepción un gran sillón tapizado con una tela aterciopelada roja, gastada era acompañada con una mesa ratona gruesa marrón con objetos antiguos y velas encendidas que la tapizaban en casi su totalidad. Gran cantidad de mesas al estilo de la época de las cruzadas,  una larga barra llena de tantas cosas que no puedo recordar, bellísima se disponían en forma armónica para ocupar todo ese ambiente oscuro, raro. En camino hacia los baños había un pasillo bastante ancho con distintos objetos viejos y extraños y una mesa con no menos de 100 velas o más encendidas parecía una ceremonia religiosa tipo umbanda y por último los baños: el de damas era muy grande, a un lado un gran pared verde clara fosforescente con tarjetas y propagandas  antiguas, en el otro lado distintas cosas como tabla de planchar llena de medias , corpiños, blusas, zuecos, zapatos , peinetas, cajitas de fósforos , carteras etc, pero lo más llamativo era una gran muñeca vestida con un traje negro  escotado que dejaba ver unos pechos enormes con muchas puntillas y como broche de oro un paraguas negro, abierto y raído en el medio de las tetas, una maravilla!!!!. El resto un baño común.
En el baño de varones lo más destacable era la cantidad de cuadros vintaje de mujeres desnudas  o con poca ropa  y también indumentaria y zapatos viejos.
Pero tal vez lo más innovador de este restaurante  era su vajilla.
No existen en este lugar los platos, en lugar de ellos usan azulejos decorados de distintos tamaños y colores, muchas de las degustaciones se sirven en frascos comunes de mermelada y como presentación los cubiertos y las copas estaban colocadas en lugares no habituales, por ejemplo las copas a la izquierda, la cuchara para el postre torcida entre el azulejo y las copas etc. La panera era un chop de cerveza.
El servicio de mesa era un shot de vino caliente con canela, grisines de lino, palitos de quesos fritos, puré de garbanzos (humus), y ajo enteros macerados en aceto.
El tapeo estuvo compuesto por:
Revuelto gramajo con arvejas, panceta y papas
Palillo de carne con salsa de higos
Papas con ali-oli
Osobuco con provenzal de mandarina
Flan de choclo con caramelo
Gazpacho de pepinos
Aceitunas maceradas
Aceitunas rebozadas
Berenjenas de la abuela
Cazón con salsa de chocolate
Langostinos con chimichurri
Cabellos de ángel con salsa de camarones y maracuyá
Sesos con costras de frutos secos
Cerdo con curry de coco y pomelo
Los postres:
Chocotorta con salsa de dulce de leche
Budín de manzana con naranjas caramelizadas, mostaza de dijon
Marquisse de chocolate con salsa de chocolate a la pimienta negra
Budín de canela con clavo y almíbar de limón
Merengue con licor de amarula y Mouse de dulce de leche.
El vino elegido en esta ocasión Elementos rosado Cafayate Salta

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