Dentro de la asociación húngara en la Argentina ubicada en el
Pasaje Juncal 4250 en Olivos funciona este restó.
Solamente por alguna recomendación se puede encontrar
este lugar, ya que está ubicado en un pasaje que casi no se transita.
Al llegar a la asociación se abre un inmenso portón de
madera que da a un pequeño hall y mediante otra puerta se accede a dos enormes
salones ( uno de ellos con un gran escenario),muy parecidos a lo que serían los
comedores de un club. El ambiente es muy limpio auque austero, la atención
amable pero la verdadera estrella del lugar es la comida.
El lugar es muy concurrido, ya que se come muy bien,
casero, abundante y se paga lo justo.
Para empezar pedimos langos (las figasas fritas
húngaras), luego pedimos una parrillada húngara( panceta ahumada, chorizo
colorado, costilla de cerdo y lomo, todo esto grillado y acompañado de una
ensalada agridulce de repollo y papas fritas). Seguimos con un cordero a la Transilvania ( trozos
de cordero guisado acompañado de ñoquis húngaros), goulash de cerdo ( trozos de
cerdo guisado con ñoquis húngaros) y por último un pollo deshuesado, grillado
con crema de espinacas y arvejas.
No pudimos dejar de probar el típico postre húngaro
que es la Dobostorte,
que son capas de bizcochuelo muy finas con crema moka y caramelo sólido, una
barbaridad!!.
Tomamos un vino blanco importado de Hungría el Tokaji
2009, algo totalmente diferente, que nos hizo acordar algo al Tocai friulano.
Salimos muy contentos y llenísimos de haber pasado una
excelente velada con nuestros amigos Los Barreyro.
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