lunes, 21 de mayo de 2012

BARBARO BARºº


En 1969, en la calle Reconquista 874, Luis Felipe Noé fundó el mítico Barbaro; también conocido por muchos como “Bar O Bar”.
Noé, junto a otros artistas destacados, como Ernesto Deira, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, había iniciado en 1961 una experiencia plástica conjunta, que la crítica especializada reconoció y señaló como grupo Nueva Figuración.
Este rótulo contó con la aprobación de Noé, y al respecto señaló: “…lo que intentamos fue situarnos en una actitud desprejuiciada frente a la creación…”. Desde ese concepto desprovisto de todo prejuicio hacia el hecho artístico, fue que nació el Barbaro, considerado el primer pub de Buenos Aires.
Los vidrios de la fachada fueron pintados por Jorge de la Vega y por el mismo Noé, allí se lucen varios rostros en blanco y negro, en donde quedó reflejada la impronta de este arquitecto, cantautor y pintor del paisaje urbano porteño y del grupo Nueva Figuración.
“Bar O Bar” se convirtió en el lugar símbolo de toda una generación.
Entre sus láureas, el Barbaro integra el conjunto de ‘bares notables’, así declarados por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo se encuentra tutelado por la Comisión de Protección y Promoción de los cafés, bares, billares y confiterías notables de la Ciudad de Buenos Aires.

Antes de nacer, el bar Bárbaro del Pasaje 3 Sargentos al 400 fue imaginado en acaloradas charlas mantenidas en las mesas de otros bares y de otras confiterías del Bajo porteño, en las que, a los gritos y en medio de gesticulaciones, se describían los rincones, los colores, las luces y los ambientes que un buen bar no podía dejar de tener, un bar en serio, contemporáneo, tanguero, rockero y argentino. Hasta que a fines de1969 el Bárbaro fue finalmente inaugurado por un grupo de 12 artistas hippies y bohemios de vanguardia, entre los que estaban varios de los pintores más poderosos e imaginativos del país, pintores que además del bar, y en gran parte adentro del bar, crearon las corrientes del informalismo y la neofiguración, con lo cual ayudaron a cambiar el curso de la pintura argentina.
Actualmente, el es un lugar muy visitado por viajeros y turistas, locales y extranjeros; y es asiduamente concurrido por los más destacados artistas plásticos, pintores, escritores, músicos y actores.
A fines de los años 70´ cambió de local, pero no de manzana: se mudó a su ubicación actual en el pasaje (ahora peatonal) Tres Sargentos 415.
Desde allí sigue esparciendo la misma magia que descubrimos en las pinturas de sus fundadores.

El bar tiene varios salones de pinotea legítima, mesas originales y sillas Tonet y de ,Las paredes están tapizadas con obras de arte de distintos artistas, se destacan los de Marta Mirujin. En cualquiera de los tres niveles (planta baja, primer piso y subsuelo) grandes toneles desbordan de maníes y en las barras las choperas no paran de tirar.
Comimos una baguette de queso gruyere y una tortilla a la española.


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