Bar, emplazado en un edificio creado por el arquitecto
Enquín, encierra todos los signos de fines de los ’40, la época de su apertura,
ya que conserva la ambientación original y sencilla que le dieran sus dueños.
Se preservan en buen estado reliquias que escasean hoy en día, como
revestimientos de vidrio pintado. Se encuentra en ese grupo de bares que,
además de ser un “notable” por sus características únicas, cuenta con una
clientela ecléctica, debido a que a los habitúes de siempre se les suman los
militantes del Partido Radical, que está ubicado a unos pasos, así como los
alumnos de derecho de la universidad Del Salvador y de la Asociación Dante
Alighieri.
Está ubicado en la esquina de Tucumán y
Rodríguez Peña, tiene aroma a bar, a viejo, se destacan sus grandes ventanales
guillotina y los infaltables apoya brazos de madera donde uno puede acodarse a
mirar como pasa la vida
Comimos
un buena merienda, café con leche, sándwich de matambre, de jamón crudo para terminar un vino moscazo.
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