viernes, 8 de junio de 2012

LA BUENA MEDIDA


Caminando por Suárez al cruzar Necochea uno se da cuenta que las cantinas de La Boca ya no existen  son un símbolo del deterioro de la decadencia.
Siguiendo por Suárez hasta sus inicios en el numero 101 en su intersección con Caboto esta La Buena Medida un baluarte boquense
Fue en sus inicios un almacén y despacho de bebidas, y su nombre surgió del lema: "para tomar bebida, tomar la buena; para tomar la buena..., la buena medida"
El bar es despojado y el lugar donde esta es desolado
Lejos quedo el alto transito del lugar en la época en que funcionaba en la zona el ministerio de Obras Publicas o el desembarco de las lanchas que traían sandías de Corrientes, nos contaba Antonio el hijo del dueño que allá por los años 50 pasaban no menos de tres mil personas por día por la zona
Los operarios de YPF  que ahí cerca trabajaban convirtieron al lugar en el paraíso del sándwich de mortadela
El lugar es muy oscuro creo que así lo prefieren los parroquianos cuando entramos nosotros prendieron la luz seguramente porque nos vieron extraños
Mirando por la ventana se puede ver el comienzo de la villa de Caboto y la autopista , , se veían los tachos quemando madera para dar calor  y  los perros ganaban en número a la gente , estaba casi anocheciendo.
 De no ser por la autopista o por el paso del 20 que va a Retiro uno no podría adivinar en que década del siglo xx  estaba ocurriendo esta visión
 A la izquierda de la ventana se podía ver un conventillo pero no el típico, el pintado de todos colores sino el primitivo el de chapas oxidadas por el tiempo.
Aquí se puede venir a tomar vermouth o café, el café todavía cuesta seis pesos , y aquí el detalle gastronómico es uno de los pocos lugares donde aun hoy se pueden probar los strascinattis (pequeños capeletis de pasta seca ) al pesto que siempre fue la pasta boquense por excelencia.

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