Restaurante ubicado en el barrio de Palermo en la calle El Salvador 6016.Es un restaurante muy llamativo desde la puerta de entrada donde el timbre es una cuchara de madera y un enorme pizarrón escrito con vivencias de aromas y sabores por parte de la chef. Al entrar un patio con mesas y árboles ( ideal para el verano), casa en chorizo, a la derecha se abre el gran salón con mesas y sillas de madera lustrada, un sillón acompañado de una mesa ratona y en el fondo un mostrador exhibiendo todo tipo de tortas, cookies, budines, etc. Detrás una repisa con toda la vajilla antigua, bella y ecléctica y una hermosa heladera Siam antigua roja.Las paredes están adornadas con pizarrones donde está escrito los menúes y una frase de del Codex Romanoff de Leonardo Da Vinci, un genio también en la gastronomía.
Fuimos temprano en la mañana ya que era domingo y degustamos un copioso desayuno:
Fer comió : salmón ahumado , huevos revueltos, papas rústicas, pan tostado con manteca y dulce casero, té con limón, jugo de naranja y frutas como mandarina, banana, manzana, kiwi y pera cortadas finitas.
Yo comí: Jamón crudo, huevos revueltos con queso, tostadas con manteca y dulce casera, café con leche, jugo de naranja y frutas. Además compartimos una choco-torta.
Desayuno genial para una linda mañana de domingo!!!!!!. Salimos después del mediodía y fuimos a la feria de Dorrego en Chacarita y los más lindo es que compramos un pupitre re-antiguo. Insólito, no?
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