Ubicado en la calle
Cerviño 4403 justo en frente de la embajada de los EEUU y la parte de atrás de la Rural.
El lugar es pequeño,
bien ambientado con cocina a la vista, una hermosa heladera marrón antigua de
almacén, una llamativa cortadora de fiambre roja, pequeñas mesas de mármol
blanco con silla en cruz no tan cómodas, todo el menú está descripto en
pizarras.
Su chef es argentino
pero trabajó varios años en los mejores restó de España. Su cocina es
internacional y sus panes, helados y
pastelería son europeos. Por las noches presenta un menú por pasos. Todos sus
productos son muy frescos.
Nosotros fuimos al
mediodía, antes de ir a Presentes en la Rural, y compartimos unos ñoquis de batata con
salsa de puerros, quesadilla de pollo con guacamole y papas bravas, y de postre
nemesis con helado de café y chocolate.
Lo mejor son sus
postres y helados.
De allí fuimos a
Presentes, y luego a Le pain quotidiem a
tomar la merienda.
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