Lindo restaurante
ubicado en la calle Honduras 4141 en Palermo.
Lugar muy relajado
especial para parejas. Atención personalizada, moderna decoración, cocina de
autor. Carta reducida pero con distintas opciones.
La panera era variada con
una Mouse de berenjenas y otra de zanahorias
para untar.
Nosotros comimos de entrada: endivias a la manteca negra y
buñuelitos de espinaca con membrillo en el centro y alioli y de plato principal: pechuga de pollo con
risoto clásico, panceta crocante y ensalada de hojas verdes; y tapa de
asado braseada con puré de batatas, de
papas, galletas y ensalada con cebollas. Acompañamos la cena con un Chardonnay de bodegas
Trumpeter
Postre no comimos y al
retirarnos nos regalaron un bombón de cortesía.
La comida es excelente y
da para volver.
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