En la calle Rodriguez Peña 321. Fundado en 1911 por un artesano
europeo, es un empredimiento familiar donde aún es atendido por los nietos del
fundador. El local es enorme y bellisimo. Podes allí encontrar todo tipo de
cepillos, piezas únicas artesanales: Escobillones de pura cerda, de manufactura artesanal en
distintos tipos y medidas, desde 0.30
m hasta 1
m., Cepillos de pura cerda para usos diversos:
peluquería, mesa de dibujo, tallas, sombreros, molduras, tapizados, estufas de
leña, etc, Cepillos parrilleros de paja de Guinea y fibra de Palmira y todo lo
que se te ocurra en este rubro. Además grab variedad en plumeros, pinceles y
artículos de limpieza. Lo mas llamativo son las viejas estanterías, las
vitrinas y sus vidrieras al igual que la fachada y la hermosa puerta al entrar.
Mención especial para la señora que nos atendió, brillante y cordial.
Nos llevamos un
cepillo para las uñas y un plumero de plumas de avestruz.
De alli nos
fuimos a comprar revistas para realizar
decoupage y de alli a Casa Bar.
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