martes, 10 de julio de 2012

MIRAMAR


En otras de las salidas maratónicas almorzamos en Miramar , Luego fuimos a Pompeya  a visitar al Ejército de Salvación y de paso conocer dos pizzerías de la zona.
El Miramar es un bar gallego de esos de toda la vida, actualizado, sí, pero todavía bien aferrado a la tradición: buena comida, buen vino, poca ceremonia, sin tonterías

Los dueños son de Lugo y se nota la sobriedad montañesa. Los gallegos de mar son más expansivos, quizá más duros, también, como toca a cualquier nación marinera. Yo me pedí el rabo de toro, por cuestión de nostalgia, y lo encontré bueno, tierno, además de lo entretenido que es ir sacando la carne de las vértebras. Además comimos unas buenas berenjenas en escabeche y una rica tortilla a la española.
En cuanto a la historia del lugar digo que abrió en 1948 en un local donde antiguamente funcionó la sombrerería de medida Della Corte que tenía como cliente a Carlos Gardel y Francisco Canaro.
Las paredes del salón están pintadas de verde , las sillas y mesas originales aportan calidez, buena colección de botellas antiguas de la que me llamó la atención una de Komari, antes de irnos en la rotisería compramos un hueso de jamón de jabalí ahumado.

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